A pesar del tiempo transcurrido (y los Gabutti bebidos) trataremos de recordar qué sucedió en la ya lejana fiesta de fin de año...
El calor agobiaba lo que impulsaba a beber más... así llegamos a la fiesta, fuimos los primeros pero no los únicos, ya que la cortada quedó corta de tanta gente que hubo.
Los anfitriones nos esperaban ansiosamente y los vecinos nos miraban preocupados cuando vieron bajar los cajones de Fernet. La Barra del Amor se apostó en su lugar y cual deber sagrado no se movió de allí, haciéndose cargo de su importante misión, proveer bebidas a todos los presentes.
Mauro, anfitrión y cowboy, se encargó de la musicalización y de dar la bienvenida a los que iban llegando, como dueño del saloon y como marca la etiqueta. Juan, ex baby love, ayudó a algunos presentes a realizar la buena acción del año, ofrendando sus posesiones materiales. Roque N, llegó con todas las ganas de ver al Titán y prometiendo el video más salvaje que nuestro enmascarado haya protagonizado. Adriana, manager y compañera de ruta, aprovechó la fiesta en más de un sentido (con los cinco). José, como siempre, dió el presente e irradió buena onda. Leandro nos prometió el oro y el moro y el video de Gabutti en el Macro. Nuestro asesor de Marketing, NN (ya que no recordamos su nombre), planificó el viaje de Gabutti a Europa (lo que no entendimos es si quiere llevar la marca o llevarse unos Gabutti él)...
En el apogeo de la noche, se apagó la música y se encendió Valei, quien nos deleitó con su acostumbrada oratoria y nos deslumbró con su presencia. Ella fue la encargada, como siempre, de anunciar al TITAN DE LA CANCION... quien no sólo tuvo que luchar con el problema del sonido, sino también con un contrincante amateur. Fue allí donde Eugenio, el Padre de la Criatura, tuvo que salir en defensa del improvisado antes que sufriera lesión alguna por parte de nuestro héroe. Esto no hizo mella en la actuación del Nº 1, quien arrasó con todo y se retiró con la máscara en alto. Los más retrasados (en cuestión horaria) se perdieron el espectáculo y preguntaban: "Ya actuó el Titán?". Tendrán que esperar a la próxima fiesta...
Cuando Febo asomó ya sus rayos iluminando la cortada, la familia Gabutti emprendió el regreso con gloria (no Guerrero) para ya comenzar sus merecidas vacaciones.
Los Padres de la Criatura y la Manager partieron juntos hacia el mar, Valei hacia la Capital de la Fruta Fina (todos con la firme misión de predicar el sabor de Gabutti), quedando sólo el Titán en su puesto, vigilando la ciudad, sin sufrir el calor porque él viene del mismo infierno...