Y sí, damas y caballeros, el 2008 llegó a su fin, y como todo final es, nada más ni nada menos, que el paso a otro momento... lo que nos deparará ese próximo futuro presente, nadie puede saberlo (quizá Horangel, no sé).
Como imagino que ya deben estar hartos de “Lo mejor del...”, dejo los sabrosos refritos de lo que sucedió en el 2008 para aquellos que quieran navegar los archivos del blog (aún me resulta casi increíble que nos hayamos divertido tantas veces y en tantos lados) y me limitaré a completar la bitácora de estas últimas semanas.
El viernes 19 hicimos la despedida del año en el Parque España junto a los amigos de Joven y efímero, con quienes, desde aquel 24 de mayo tan cercano y tan lejano, mes a mes estuvimos compartiendo la onda y la creación de artistas menores de 35 años, además de recitales, amigos, lindas noches, y Gabuttis, claro.
Al igual que en aquella presentación junto a Flopa y Juan Ravioli, se cerró el ciclo a pura música; en este caso fueron Coki & The Killer Burritos quienes colocaron el broche de oro rockero, joven y efímero, a todo el Patio de los Cipreses, sin olvidarnos de Dj Pablo metiéndole fiesta a la hermosa noche.
Una temperatura ideal, un sonido espectacular, un gentío impresionante, ergo, ¡una fiesta de la hostia, chaval! Como habrá sido, que lo único capaz de finiquitar tamaña juerga fue la terminación de toda bebida: tanto nuestra querida Barra como los colegas de McNamara vaciaron absolutamente todas sus reservas hasta la última gota (sin mencionar que antes del numeroso Fernet ya habíamos tenido que acopiar nuevas existencias de gaseosa y hielo), y no porque se haya amarrocado líquido, sino que eran como mil personas (y tomaron como un millón, además). De todas maneras, dada la alta hora de la madrugada (por favor no me pidan demasiadas especificaciones) y el alto contenido alcohólico de la asistencia, todos se fueron satisfechos (como para no poner otro adjetivo).
Después de una despedida de ese calibre, elongación mediante preparamos la (verdadera) última movida del año: fue así como el martes 23, de 19 a 21 hs., los Padres de la Criatura junto a la Sirenita (y la Criatura, claro) ofrecimos del Elixir a los clientes del Nona Elena de Paraguay 1172, en una degustación que fue un verdadero gusto.
Y ya que de Sirenas hablamos, una mención especial a nuestro ansiado desembarco en la Zona Sur (...Uriburu y después), ya que gracias a la Sirenita, al Pelado, a Conrado... y a tantos otros amigos que reencontramos o conocimos, comenzamos a difundir nuestra artística bebida en Radio Estación del Sur, La Surrealista del 99.9 mz, tanto en la difusión de la publicidad, las canciones y el radioteatro como en gráficas, lugares de distribución y ganas de construir una senda alternativa a la tortuosa abulia que nos propone el status quo (y no el grupo). El 2009 nos encontrará el 13 de febrero festejando los 15 años de la radio, publicitando en la Revista El Surrealista, y quien sabe que otras actividades conjuntas.
Y ya que de menciones especiales hablamos, además de las tres bocas de expendio sureñas, también pusimos pie (en realidad botellas) en el céntrico Café de la Flor (centro de movidas, recitales y fiestas), en donde por tan sólo 10 pesitos te podés escabiar 2 Gabuttis (¡sí, al mismo precio que en la Barra!).
Aquellos que se internen en los archivos del blog o mantengan la memoria de lo acontecido en este año que pasó, sabrán del agite acaecido y del reposo merecido, por lo tanto, los Padres de la Criatura buscarán el descanso del guerrero en las cumbres patagónicas durante casi todo el mes de enero, visitando amigos y tirando arroces, así que el que nos quiera encontrar estaremos en El Hoyo (no es un chiste, se llama así), y si no, nos veremos para fin del mes (o febrero, depende de cuándo y cómo volvamos).
A riesgo de caer en la tentación de la poca creatividad y la sensiblería barata, les queremos agradecer a todos los que nos acompañaron y hicieron el aguante (la lista sería larga e injusta), desearles un 2009 más productivo y divertido que el 2008 (siempre es posible estar mejor) y prometerles, asegurarles y repetirles: ¡nos volveremos a ver!
¡Salud-os!