YA FALTA POCO: el Viernes 19, a las 22 hs., estaremos en Joven y efímero 08, Centro Cultural Parque España, Sarmiento y el río Paraná, junto a Coki & The Killer Burritos.
PARA REGALAR (y regalarse): tenemos preparado el Gabutti Navideño Edición Especial y limitada, con etiqueta alusiva y caja al tono (ya pueden ir reservando su pedido). DE COLECCIÓN!!!!
Así comenzó el diciembre gabuttiano: folklórico, comprometido y artístico.
Como anunciamos en el posteo pasado y a través del mailing (si a alguien no les llegan nuestros mails es porque no tenemos su dirección, si quieren envíennos un mail así los contactamos), comenzamos nuestro periplo findeañero una noche a dos lugares (después del noviembre que pasó estamos preparados para casi cualquier cosa).
El sábado 6 estuvimos en La Minga y en el XI Encuentro Nacional Trashumante al mismo tiempo, y como no poseemos el don de la ubicuidad, debimos fractalizarnos en diferentes presentaciones. La Unidad Gabutti debió empezar temprano para cumplimentar tamaño desafío, así que aún de día partimos, Barra en auto, rumbo al Sindicato de Trabajadores Municipales para dejar todo armado para la fiesta minga. Nos despedimos con un literal “hasta luego” y retornamos a la Gabutticueva para ultimar detalles. Ya limpitos y aliñados nos lanzamos a la aventura: mientras el Padre de la Criatura era depositado (sin tasa de interés pero con vasos interesantes) en el club Central Córdoba para irse de feria, la Madre y el Primogénito seguían (en realidad tenían que volver a recuperar el Gabuttidón olvidado) rumbo a la peña.
Universidad Trashumante (Día 1): compartimos espacio e ideas con compañeros y amigos de todo el país: neuquinos, chubutenses, santiagueños, cordobeses, puntanos y un largo etcétera (casi que me sentí Badía) se juntaron con santafesinos y rosarinos entre aros de básquet y arcos de papi-fútbol (¡qué antigüedad!) para contar y ver las producciones colectivas, desde remeras y libros hasta aceitunas y talleres, y mientras se escuchaba música, se bailaba un poco y se conversaba mucho, pasamos deliciosas horas y Gabuttis. La retirada de huéspedes y anfitriones a descansar (sumado a un compañero con chata que se ofreció a llevarme) precipitó el, nuevamente literal, “hasta mañana” y la salida (ventajas de llevar tan pocos bártulos: dos cajas, una hielera, un balde y el Gabuttidor Oscilante).
La Minga: allí estuvieron apostados la Madre de la Criatura y el Primogénito (como Hombre de la Barra) meta zapateo y grito telúrico (sin revoleo de pañuelo o remera para no tirar nada), movidos por los nativos sonidos e imágenes que provenían del escenario: Ana saludó, agradeció y presentó a los conjuntos musicales Solsticio, Molina y Quaranta, Wayra Muyu y Guitarra de Fogón, quienes junto a grupos de danzas mingas y contemporáneas, dieron cátedra de folklore artesanal.
Universidad Trashumante (Día 2): el domingo 7 empezó tarde pero tranquilo, porque nuestra presencia en la Fiesta por los 10 años de la UT era sin Barra y con show del Titán ¡la Fiesta estaba asegurada!
Esto no significa que no haya sido un día atareado: mientras los Padres de la Criatura envasaban y etiquetaban (ya estaba el Gabutti filtrado) botellas, el Titán de la Canción se encomendaba a sus dioses y Valei celebraba su Festival (y ni hablar de los Malabares que deben de haber hecho los cumpas de la Trashumante).
Y llegó la noche, cargada de buena onda y alta presión atmosférica, cálida pero no agobiante, así que estrenamos taxi (siempre hay una primera vez) y rumbeamos hacia tierras charrúas, tempranito para hacer una demostración práctica de cómo se prepara un vaso de Gabutti (y de paso de cómo se toma, ¡había sed!) y para que las amigas y amigos gabutteros más ansiosos y puntuales no se quedaran sin su elixir.
La gente fue llegando y colmando el salón, los Gabuttis llenaban los vasos para trasladarse casi inmediatamente a los expectantes gargueros (y eran vasos grandes, eh), y Laura y Ceci subieron al escenario para unificar miradas y oídos, cerrar el Encuentro y abrir los Espectáculos: La Guisada puso los pies en la tierra (y con la ronda trashumante que se armó no hubieran entrado en el escenario), la Agrupación Musical Inestable Sosteneme que me Caigo rockeó milongas y otros ritmos ciudadanos, dejando el proscenio preparado para el arribo del Número 1, del Rockero Enmascarado. Bajaron las luces, se escuchó Carmina Burana e hizo su entrada Valei, que Gabutti en mano agradeció la invitación y presentó al Único Sobreviviente del Infierno... lo que siguió fue apoteótico: “Nosotros los conmoveremos” conmovió, “Echa a tu madre” lanzó a los hijos hacia un fraternal pogo, “Autopista al infierno” nos trasladó rápidamente hacia el calor del rock and roll, dejando al público con las gargantas repletas de “¡Otra, otra!”, que el Titán colmó con una “Cosita loca llamada amor” que nos llamó al baile loco y un “Salta” que hizo que lo obedeciéramos al pie de la letra. ¡Qué manera de saltar, bailar, cantar y gritar! ¡Cuánto rocanrol entre tanta gente! ¡Cuánto rocanrol que transpira el Titán!
Después de un necesario respiro (y bebido), Zapateá Lechuza ofreció un set folclórico tradicional y profesional y La Minga abrevó de las raíces latinoamericanas en un sonido particular, creativo y de muy buen gusto.
Lo que ocurrió luego ya se lo deben imaginar: charlas, Gabuttis y baile hasta la hora de las despedidas, los agradecimientos y los “¡un gustazo, che!, ¡hasta la próxima!”.
Yuxtapuesto a todo esto, también estuvimos (en esta ocasión sólo con botellas, ya dijimos que no tenemos el don de la ubicuidad) en el Body Painting organizado por Gina, para la próxima iremos con Gabutti tatuado en la piel (o nos lo pintaremos allí).
¡Gracias a todos y salud-os!