Pasaron los años. Francesco y su socio, Esteban Cisaruk, vivían la gran vida gracias a las ganancias obtenidas por el Fernet.
Pero Francesco conoció a Magdalena, una mujer casada con una de las personas más poderosa de la zona, el comisario, y, como no podía ser de otra manera, Fernet va, Fernet viene, se enamoraron perdidamente.
Desesperados, decidieron fugarse para no caer en manos del marido de Magdalena y poder disfrutar de su amor libremente, lejos de los prejuicios de la gente.
Las malas lenguas dicen que no pudieron escapar de los celos del comisario y murieron de la peor manera.
Los locos del amor creemos que huyeron y que viveron felices.Algunos cuentan, dicen que dicen, que en un lugar alejado de Canadá, una pareja de recién casados vivió muchos años de romance y su única fuente de ingreso era la elaboración de una bebida oscura, llamada "Fernet Magda".